sábado, 25 de diciembre de 2010

A flor de piel

Siempre he pensado que Myspace tenía la culpa de todo. Y antes que Myspace, Gran Hermano. De alguna manera legitimaron a la gente para exteriorizar sus emociones de una forma pornográfica y absolutamente falta de glamour. Ya nadie parecía tener misterio; qué aburrido! De repente ya no se era un histérico/a; así como de golpe se era el abanderado/a de una revolución que conjugaba de manera perversa a Amèlie, a Belén Esteban y a The Cure, todo al grito de guerra "yo es que soy medio bipolar".
La frase en sí ya es para ponerse en guardia: El 100% de las personas que la pronuncian no tienen la desgracia de padecer esta enfermedad mental, y según mi diccionario mongol-español significa "hazme caso a toda costa o te obligo", y suele utilizarse como coletilla para justificar o disculpar un comportamiento egocéntrico y desconsiderado. Otras acepciones pueden ser "a veces estoy triste, a veces content@; pero más y mejor que tú", o "mamá, quiero ser artista".
Si me permites un consejo, para hacer amig@s evita, por este orden, estos temas de conversación: 1) Lo que has soñado anoche. 2) Lo que has comido/cenado. 3) Lo que sientes. De verdad, al candidato/a a esa amistad sólo le interesan si te quiere llevar a la cama.

Ya. Y yo tengo medio Tourettes, pedazo de GRFYTG!%P?*

lunes, 6 de diciembre de 2010

Candor Random

La realidad es una lasaña curiosa. Tú vives tranquilo en tu capa de carne, intuyendo  a través de la masa traslúcida los ingredientes que se esconden en los pisos de arriba y de abajo. Si la lasaña se rompe, los ingredientes se deslizan entre los distintos niveles, y entonces descubres que los pisos contiguos se organizan exactamente igual que el tuyo; con los mismos prejuicios y valores, sólo que enfocados siempre hacia el nivel vecino.

El otro día estaba yo releyendo comentarios y pensando en esa cosa tan in que es la superioridad moral de lo normal cuando me vino a la cabeza la teoría esta de la lasaña: Puedes ser normal y moderno, siempre y cuando no te salgas de tu capa, claro. También puedes ser abiertamente normal, y entonces ser un héroe y un estoico y un punk a todos los niveles.

En un futuro, cuando todos seamos pobres disfrazados de superhéroes, el espíritu del Rock and Roll sobrevivirá en tipos con jerséis del Lidl.




Por increíble que parezca, jactarse de ser normal es, hoy en día, una actitud antisistema.