viernes, 28 de octubre de 2011

Titanes de la fiesta

Las fiestas con invitación suelen ser un Greatest Hits de Fauna Mongola. Pero si voy a alguna, me engaño pensando que voy en misión antropológica, cuando en realidad voy a gorronear. Como todos, diréis. Pero no. La mayoría de la gente va a estas fiestas a ser vista. "No me pongas otra, esta noche estoy de servicio". Son siempre los mismos, y no sé si se divierten o no. Tengo una teoría: Sólo un reducido grupo de asiduos descerebrados llega a librarse de la presión social para disfrutar del eventoEs inquietante pensar que nadie ha visto nunca a ninguna de estas personas de día, fuera de estas fiestas. Nunca son los más estilosos, los más modernos o los más interesantes, pero a las 3 de la mañana matarías por haberles hecho caso cuando se te acercaron a las 11 a decirte no se qué de una puerta abierta.
El otro día estuve en Casa Jäger, que es un parque temático del "whatever" y del "¿os conocéis?", el Valhalla de los modernos. Me disponía a comprobar mi teoría. En el último autobús de vuelta descubrí con pavor que no recordaba mucho y mi libreta estaba en blanco. "Si la vida fuera una peli de M. Night Shyamalan, ahora descubriría que soy uno de estos tipos", pensé. Pero no. Al final resultaba que yo también estaba muerto. Desde el principio.

El 95% de vuestras madres se alegrará de veros salir en fotos abrazadas a un chaval sudado con una botella de agua mineral sin etiqueta. "Un chico deportista es siempre una buena influencia"


viernes, 14 de octubre de 2011

Misterpotatos

Los bigotillos y tupés del año pasado asentaron los estatutos del festival del complemento dadá. Es muy raro, pero el rollo ahora es anularse a uno mismo detrás de peinados y accesorios con más personalidad que la mayoría de sus portadores. Supongo que una vez dentro de esta vorágine te ves obligado a vestirte cada mañana como si construyeras un retrato robot: un mash up hecho a base de retazos de cosas reconocibles. Entiendo que hay que ser un tipo muy carismático para poder ir así por la vida sin parecerse a aquel entrañable E.T. disfrazado. Sin embargo, ¿qué tipo carismático querría disfrazarse así?

 La ironía es un arma de doble filo, pero puede que esta vez la granada nos haya estallado en la cara.










8 de cada 10 españoles afirma no entender por qué King África no, pero estos señores sí.

martes, 4 de octubre de 2011

Atuendo tropicales

Comentaba hace algún tiempo por aquí que la gente en verano en Madrid huía del calor muy a costa de su dignidad, y por eso me alegraba siempre de la llegada del otoño. Pero este verano me pareció muy divertido un repunte tropicalista y hawaiano en el atuendo de algunos. A la mierda el pesimismo, parecían decir, aún vemos el sol brillando sobre toda esta mierda. Que Madrid esté asentado en una meseta semidesértica a casi 400 km. del mar era algo accesorio: Tropicalia es un estado mental.

Estos días, un pensamiento aterrador me consume por dentro: Que el tropicalismo no sobrevivirá a este invierno. Que la turbiedad siempre ha acabado por imponerse en Madrid a golpe de, en fin, realidad.

Hay algo de idealista y de ingenuo en todo este mundo paradisíaco. Algo de cartónpiedra. Pero aquí sólo tenemos veinte días de otoño y se pasa del veranazo a la rasca invernal demasiado pronto. El frío que llega te recuerda cada año que las cosas son como son, y ya está ¿Por qué nadie, entonces, se ha decidido a sacar a la venta plumíferos hawaianos?

Haced la prueba: Coged al amigo con más jeto de vicioso violador, ponedle una camisa tropical y... voila! Por arte de magia se convertirá en un entrañable e irónico vividor de simpáticos vicios.