jueves, 24 de noviembre de 2011

Disfraz de chaval

Ok. La realidad es que, hoy en día, después del paro y la crisis, la mayor preocupación de español medio es el parecer mayor.

El otro día me fijaba en el taitantos peterpanesco, sólo como excusa para hablar hoy de su reverso luminoso: el señor de "acrílico y elastán", y su look de superhéroe atemporal de la sección de saldos del Carrefour. Este corazón joven adopta la estrategia del camaléon melancólico para burlar el paso de los años: enfunda su cuerpo en los colores chillones y los materiales retrofuturistas de una juventud que nunca existió. Su estética fue diseñada específicamente como lugar idílico al que volver desde la madurez.

Sólo un humilde consejo de uno que no es inmune a toda esta basura de la edad: No pintéis el elefante de rosa. La procesión va por dentro. Alguien debería decir a estos señores que no hay nadie de espíritu más joven y más molón y de hoy que el abuelazo de Punset.




Aunque tú hayas decidido tratar de congelar el tiempo, la línea que separa la nostalgia del patetismo avanza a la par del mundo. McFly, no me seas Pink Floyd.


sábado, 12 de noviembre de 2011

Corazas de tela

Una de las cosas más divertidas de la vida es ver personas dejando patente que no tienen ni idea de lo que les rodea. Alguna gente hace de este desconocimiento su modo de vida. Hay quien, incluso, se vanagloria de ello.

Cerrar los ojos a lo que ocurre a tu alrededor no sólo te aísla y te deja en evidencia, sino que contraviene todas las leyes de la supervivencia humana y de la evolución animal.
















 Como si fuera un traje de los TEDAX, esta indumentaria te permite atravesar la realidad sin que ni un ápice de expresión cultural contemporánea penetre en tu interior.