jueves, 15 de diciembre de 2011

El puente de las Pelucas

Cualquiera que haya paseado por las calles del centro de Madrid en diciembre ha conocido la misantropía. Calles abarrotadas de consumidores felices, maniacos. Bolsas y paraguas, golpeando y arañando. Cortilandia, claustrofobia.

La semana del puente de la Constitución es todavía peor. Familias disfrazadas, con gorros y pelucas, desfilan por Sol y aledaños inclinados a comprar cuanta basura les ofrezca algún dealer del buen rollo callejero: Lengüetas que emiten el más desagradable  y estridente sonido que pueda captar el oído humano. Bolas magnéticas que chascan en el aire con el ruido sordo de un  huevo que se rompe. Sombreros de cabeza de reno que parecen zapatillas chafadas y te otorgan, automáticamente, el calificativo social de cocacolo.

El espíritu navideño pervive en estos gestos a modo de Poltergeist. Es divertido si pasa en casa de otros. Yo abogo por mantener la tradición de los christmas, y dejarse de experimentar con subproductos y cutreces. Por eso, os dejo colgado este dibujo, listo para imprimir, por si os apetece usarlo para acordaros de alguien en estas fechas. Haced click aquí para empaparos de mi júbilo.

Gorros y pelucas son muy efectivos para ocultar las cicatrices de las lobotomías tan profusamente realizadas en estas entrañables fechas.