El otro día en el metro vi a un tipo que era algo así como el Mesías de los peterpanes de mi quinta, y sin embargo resultaba absolutamente moderno. Me dejó tan fascinado que ganas me dieron de acercarme e invitarle a un Tigretón, por su estailo y su carisma.
Yo no sé si os pasa lo mismo, pero a mí este continuo revival de nuestra infancia me pone muy triste, y me hace pensar en miedos a la muerte y en la muerte misma y en la memoria colectiva de una generación incapaz de volver a sentirse como se sentía a las seis y media de la tarde de cualquier miércoles de 1986.
Ignoro lo que hay detrás de esas capas de lana y pana, pero quiero ser su amigo!
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se sale!
ResponderEliminarTantas miles de horas hablando para terminar por pensar igual y ser igual de inmaduros. Me gusta esta simbiosis!
ResponderEliminarveo que usas más este blogsport, lo cambio
Conozco a ese tipo, se llama Curro.
ResponderEliminarEs uno de los looks que más admiro, por lo yanki que resulta. Y por los huevos que tienen los tíos de no importarle aparentar 40 años cuando realmente tienen 23. La barba, supongo. Y escuchar y ver mucho a los Fleet Foxes.
ResponderEliminarLa última frase es una verdad como un puño, y la reflexión sobre este revival eighties eterno, también. Olé!
ResponderEliminarNo tengo recuerdos de 1986 (con 4 años ya está bien), pero es verdad que este retro 80's más que triste, es contradictorio. En mi adolescencia feroz en los 90 renegué de todo lo que sonara a pitillos, sintetizadores o estampados chungos... y aquí me ves, flipando con La Roux y vistiendo lo que juré nunca rozaría mi cuerpo. Fascinante.
ResponderEliminarSuscribo las palabras de Bea!
ResponderEliminarY escribo para decir que me gusta tu humor y tus dibujos ;)
"(...)en la memoria colectiva de una generación incapaz de volver a sentirse como se sentía a las seis y media de la tarde de cualquier miércoles de 1986.(...)" he tenido que copiar la frase en el diario que me regalaron por mi comunión, 1989, porque es en el único que sitio en el que puedo entenderla mejor :_(
ResponderEliminarGenialisisisisimo!
ResponderEliminaryo era más de la Pantera Rosa (soy chica, claro)!
ResponderEliminarhahahaha. pues yo soy chico y también era de pantera rosa (una delicatessen de color rosa con sabor a naranja... qué posmoderno!)
ResponderEliminarah pero para tí sabe a naranja? debe ser que tengo el gusto atrofiado porque a mí me sabía a algo rico pero sin sabor definido....
ResponderEliminares posmoderno y actual (a veces sigo comiéndolo, jajaja)
yo ya no... hace poco sucumbí a un paquete que traía 5 a un módico precio. olvidé que mi estómago ya no es el de un niño, me puse malo de la barriga y cogí conciencia de mi vejez todo el mismo día.
ResponderEliminarXDDDD
Ya te digo, yo pensé lo mismo cuando ví el dibujo; amigo!
ResponderEliminarME stoy pasando una tarde de lo más guapa con la fauna mongola... y al respecto de este Vikingo de lana y en general de tod@s los que con nuestros genitales plenamente desarrollados elegimos ver Sin Chan en lugar del telediario por las mañanas te digo: no sientas tristeza por los peterpanes... piensa en lo entretenido que va a ser la residencia de mayores cuando lleguemos... Qué te apuestas a que volvemos al Gori-Gori? (espero que no sea sólo de Málaga este juego)
ResponderEliminarPor favor, para los desmemoriados ¿qué hechaban los miércoles por la tarde en 1986? Yo ya tenía diez años, pero no consigo recordarlo.
ResponderEliminarTodo esto es muy X. Me refiero a la generación X, que seríamos año arriba, año abajo, los nacidos en los 70. Lo llaman también generación apática porque no creemos en nada; nos critican porque vivimos en un continuo descreimiento, nihilismo y en la subdepresión. ¿A quién le extraña? A las seis y media de la tarde de 1986 creíamos que si terminabamos una carrera universitaria tendriamos trabajo y podriamos comprarnos una casa molona. En vez de eso trabajamos en el Mc Donald con 30 años (si es que no estamos en el paro) y compartimos piso (bien en Malasaña con los personajes de este blog o con nuestros padres.) Nos pone muy tristes este revival ochentero que nos recuerda nuestros sueños y en lo que hemos quedado. Y encima te hace sentir viejo.
ResponderEliminarsnif! Kate, Odio la forma en la que todos, desde la televisión hasta nuestros padres o los políticos; todos en los que confiábamos, nos han mentido sistemáticamente. Nos refugiamos en los años 80 porque era una época pura, como los años 50. El reaganismo nos ocultó el mundo para que no sufriéramos y creó una necesidad en nosotros de regresar a ese útero cada vez que todo parece real.
ResponderEliminarMe ha encantado leerte. Hoy he llegado hasta aquí saltando página tras página de entradas antiguas, pero mañana sigo.
ResponderEliminarGracias.
Es importante que nos reconciliemos con nuestra generación. Necesitamos tu ayuda!
ResponderEliminarEstoy fatal. He llorado leyendo el último párrafo. Será el exceso de hormonas del embarazo o es que me estoy haciendo mayor?
ResponderEliminarAsco de vida.
Sí, ese es Curro. Sigue siendo Curro.
ResponderEliminarGenial el texto!