Otra opción es que quieras imponer respeto, disfrazándote de portero de discoteca de la mafia de los Rompecostillas; pero para que ese respeto no se diluya entre risitas tu altura debe superar ampliamente el metro ochenta y tu perímetro costillar ser superior al de un becerro de un año.
Así que si tienes ahorrados 200/300 € y estás pensando en hacerte con una gabardina de cuero, piénsatelo dos veces, hazte un viajecillo o invita a tu amigo a unas copas. El hábito no hace al monje.
Esta gabardina, al igual que una capa élfica, te vuelve invisible para el 90% de las mujeres