martes, 30 de octubre de 2012

Monstruitos adolescentes

Fauna Mongola- Monstruitos adolescentes
Me preguntan si unos chavales sentados en Plaza de España son heavies, góticos, frikis... sin "son algo", me preguntan. Visten como si hubieran robado a una urraca que anida sobre un mercadillo. Como si hubieran montado un Caballero del Zodiaco en un desguace. Yo qué coño sé si son algo; los adolescentes no suelen tener ni idea de lo que son, en eso consiste el asunto. Pero tampoco o yo sabemos lo que somos y nadie hace una gran montaña de ello.

Las tribus urbanas y todo lo que conllevan son un armatoste del s. XX. Tomárselas en serio denota que tu mundo se paró hace tiempo. Los chavales de hoy día pasan mucho de esto, y yo les aplaudo. Se quitan esos pájaros de la cabeza. ¿Os acordáis cuando, hace años, las tribus urbanas se asociaban a subcultura y a violencia? ¿Cuando imponían respeto? ¿Cuando ancianas atemorizadas se cambiaban de acera al ver cuero o tupés? Tiene que ser duro ser joven hoy en día, ir con pintas, y saber que cuando la gente te mira por la calle, sonríe con ternura y piensa inmediatamente en El Diario de Patricia.

Cuando nos referimos a la adolescencia como "la peor época de nuestra vida" nos referimos, generalmente, a algo como esto. Curioso que después nos pasemos el resto del tiempo comportándonos como si tuviéramos 15 malditos años.

martes, 23 de octubre de 2012

Benditos museos

Cristóbal Fortúnez - Fauna Mongola-  Guiri puro de corazón en museo
¿Sabéis que es un hecho comprobado que hay más postureo en los museos que en cualquier discoteca? Hay, incluso, gente que va a ligar. Ceños fruncidos, morritos y sonrisillas de perdonavidas. Personas contando mentalmente los minutos ("será muy raro si me salgo ya, tan pronto?") mientras tuitea en su cabeza una opinión sobre la exposición.

Entre tanta tensión cerebral, unos turistas vecinos de Dorothy entablan relación con el mundo de Arte por primera vez. Avanzan asombrados y torpes, imitando los ritmos pausados del resto de visitantes, como en el primer contacto con una raza alienígena. Ante la atónita pregunta de su hijo ("¿es esto Arte de verdad?") el padre me desarma con un "es el famoso cuadro de Jesús". Yo quiero abrazarlos e invitarlos a unas hamburguesas, y que me expliquen qué sensaciones puras, no contaminadas por el qué dirán tienen en un sitio tan raro.

Lo más interesante de museos y galerías no es lo que está colgado en las paredes sino la forma en la que eso hace comportarse a los demás. En serio. Da menos grima un gogó aceitoso que un tipo que musita nosequé sobre sensualidad delante de un dibujo de Egon Schiele.

Os juro que no os miento. esta escena se desarrollaba ante mis ojos delante de un poster.

martes, 11 de septiembre de 2012

Tronismo excluyente

Aunar las tendencias estéticas de los realities de moda y la pose de siempre de machote de gimnasio puede convertirse en un drama shakesperiano. La metrosexualidad rococó de un tronista o un Pauly D sólo funciona si la tele te muestra rodeado de pibones. 

¡Qué recuerdos, cuando el reino de la proteína pura parecía patrimonio exclusivo de la heterosexualidad más castiza! ¡Cuando bíceps y pectorales eran todo el atuendo que necesitabas para convertirte en un macho alfa de pro!

Esos tiempos han pasado a mejor vida, obligando a algunos cachitas acicalados a dejar patente en cada frase que su sitio está en la acera de siempre, en la de los machotes. Vamos, chicos, el look hiperCR7 es una apuesta arriesgada, pero pierde toda su gracia si tiene que ir acompañado de aclaraciones y notas a pie de página. Yo no sé, pero creo que no hay nada más machote que no preocuparse de lo que piensen de ti. Incluido yo, por supuesto.



El día que alguien consiga terminar de trazar la línea que va de Rafa Mora a Beckam, y de Beckam a Bowie, toda la cultura pop caerá como un gran castillo de naipes.


miércoles, 5 de septiembre de 2012

Lecciones de vida online

Uno de los personajes más entrañables que uno se puede encontrar en su comunidad virtual es ese misántropo siempre online y siempre dispuesto a dejar patente su desprecio por la masa y las propias redes sociales. De entre todos los attention whore de internet son los únicos a los que sigo y leo con amor, con el amor que le tienes a un abuelo gruñón que te riñe continuamente pero que moriría de pena si dejaras de visitarlo. Ese abuelo que musita sin parar frases de reprobación, encofrado en su butaca, sólo porque sabe que lo oyes, y tú no contestas nada porque no hay nada lógico que contestar.

Pero qué demonios digo. Lo mejor es que lo veáis vosotros. Después de todo, eso es lo que mi viejo amigo el Señor Lobo más fervientemente desearía. ¿Queréis ver su facebook? Pinchad aquí.
(Si la página no carga, podéis pinchar aquí o descargároslo aquí mientras. Demasiadas visitas en muy poco tiempo, sorry!)



Anunciar por facebook que vas a borrar contactos de facebook es como hacer un graffiti en una empresa anunciando despidos. Solo que a nadie le importa que le despidan de esta empresa. ¿Alguien se imagina a Bruce Willis, o, qué coño!, cualquier persona importante anunciando que va a borrar contactos? Pues... eso.


jueves, 15 de diciembre de 2011

El puente de las Pelucas

Cualquiera que haya paseado por las calles del centro de Madrid en diciembre ha conocido la misantropía. Calles abarrotadas de consumidores felices, maniacos. Bolsas y paraguas, golpeando y arañando. Cortilandia, claustrofobia.

La semana del puente de la Constitución es todavía peor. Familias disfrazadas, con gorros y pelucas, desfilan por Sol y aledaños inclinados a comprar cuanta basura les ofrezca algún dealer del buen rollo callejero: Lengüetas que emiten el más desagradable  y estridente sonido que pueda captar el oído humano. Bolas magnéticas que chascan en el aire con el ruido sordo de un  huevo que se rompe. Sombreros de cabeza de reno que parecen zapatillas chafadas y te otorgan, automáticamente, el calificativo social de cocacolo.

El espíritu navideño pervive en estos gestos a modo de Poltergeist. Es divertido si pasa en casa de otros. Yo abogo por mantener la tradición de los christmas, y dejarse de experimentar con subproductos y cutreces. Por eso, os dejo colgado este dibujo, listo para imprimir, por si os apetece usarlo para acordaros de alguien en estas fechas. Haced click aquí para empaparos de mi júbilo.

Gorros y pelucas son muy efectivos para ocultar las cicatrices de las lobotomías tan profusamente realizadas en estas entrañables fechas.

jueves, 24 de noviembre de 2011

Disfraz de chaval

Ok. La realidad es que, hoy en día, después del paro y la crisis, la mayor preocupación de español medio es el parecer mayor.

El otro día me fijaba en el taitantos peterpanesco, sólo como excusa para hablar hoy de su reverso luminoso: el señor de "acrílico y elastán", y su look de superhéroe atemporal de la sección de saldos del Carrefour. Este corazón joven adopta la estrategia del camaléon melancólico para burlar el paso de los años: enfunda su cuerpo en los colores chillones y los materiales retrofuturistas de una juventud que nunca existió. Su estética fue diseñada específicamente como lugar idílico al que volver desde la madurez.

Sólo un humilde consejo de uno que no es inmune a toda esta basura de la edad: No pintéis el elefante de rosa. La procesión va por dentro. Alguien debería decir a estos señores que no hay nadie de espíritu más joven y más molón y de hoy que el abuelazo de Punset.




Aunque tú hayas decidido tratar de congelar el tiempo, la línea que separa la nostalgia del patetismo avanza a la par del mundo. McFly, no me seas Pink Floyd.


sábado, 12 de noviembre de 2011

Corazas de tela

Una de las cosas más divertidas de la vida es ver personas dejando patente que no tienen ni idea de lo que les rodea. Alguna gente hace de este desconocimiento su modo de vida. Hay quien, incluso, se vanagloria de ello.

Cerrar los ojos a lo que ocurre a tu alrededor no sólo te aísla y te deja en evidencia, sino que contraviene todas las leyes de la supervivencia humana y de la evolución animal.
















 Como si fuera un traje de los TEDAX, esta indumentaria te permite atravesar la realidad sin que ni un ápice de expresión cultural contemporánea penetre en tu interior.